Yo era tu sol eterno, tu luz en cada mañana, Te di todo mi mundo, te entregué el alma sana. Pero te volviste un demonio, jugando con mi amor, Me dejaste en pedazos, en un mar de dolor. Tu sonrisa era un veneno, dulce pero mortal, Me atrapaste en tu juego, un laberinto sin final. Y ahora solo quedan las sombras de lo que fui, Un reflejo roto, un eco que perdió su fin. (Coro) Fui tu sol eterno, brillé para ti, Pero jugaste sucio, me hiciste sufrir. Tu sombra oscura apagó mi calor, Ahora soy cenizas de un viejo amor. Promesas vacías, palabras sin corazón, Tu amor fue un espejismo, pura desilusión. Me hiciste dudar de mi fe y mi razón, Eras tormenta oculta tras cada pasión. Tu caricia era un filo, cortaba sin piedad, Cada beso un abismo, puro engaño y maldad. Te llevaste mi calma, mi ser y mi voz, Y ahora en el silencio, soy solo un adios. Fui tu sol eterno, brillé para ti, Pero jugaste sucio, me hiciste sufrir. Tu sombra oscura apagó mi calor, Ahora soy cenizas de un viejo amor. Pero mira ahora, renazco del dolor, Como el fénix que asciende, vuelvo más feroz. No seré más tu fuego, ni tu amanecer, Tu tiempo ha pasado, no vuelvas a volver.